Principios básicos del Feng Shui
El Chi y el Sha
El Chi y el Sha son
dos fuerzas opuestas que circulan en todo el espacio terrestre.
El Chi es una fuerza
vital y natural que surge de la combinación de los elementos de la naturaleza y
que circula por todos y cada uno de los espacios de una casa.
Cada habitación y
cada rincón de nuestros hogares y lugares de trabajo está atravesado y
recorrido por esta fuerza energética que permite que podamos vivir.
El Chi, o aliento
vital, circula por una casa como lo hace la energía a lo largo de nuestro
cuerpo. Así como puede estar bloqueado el fluir energético dentro de nuestro
cuerpo, puede estarlo dentro de nuestro hogar o nuestro lugar de trabajo.
Ahora bien, el Chi
debe poder circular y desplazarse en forma libre y espontánea en cada espacio
habitacional.
Cuando el Chi, por
la razón que fuere, no puede circular debidamente se suceden los problemas
energéticos que afectan en forma directa a los habitantes de la misma y que se
manifiestan como decaimiento, falta de determinación, irritabilidad, etc.
Todo lo que
encontramos en la naturaleza, necesita de esta fuerza vital (el Chi) para
poder vivir.
Al Chi, que los chinos
definen como el "aliento de vida", se opone otra fuerza llamada Sha.
El Sha actúa en
forma nociva para los ambientes y repercute directamente en las personas que
los habitan y los frecuentan.
Cuando en una casa
o en una habitación hay circulación de Sha, es necesario hacer algo para contrarrestarla,
y que la fuerza positiva y benéfica que produce la armonía (el Chi) pueda
circular debidamente.
Un ejemplo de
circulación del Sha es el siguiente: cuando en los cuartos de baño se colocan
los calefones sobre los espacios de las bañeras, se concentran en alto grado
dos fuerzas surgidas de elementos opuestos (el agua y el fuego) y así se produce
el negativo Sha.
En un caso como
éste lo que debe hacerse es sacar el calefón de ese ambiente y colocarlo en un
lugar en el que exista la aireación y ventilación necesarias (es bueno
aclarar que no está permitido por los organismos de control competentes que un
calefón se instale en un cuarto de baño).
Los maestros de la
China milenaria a través del humo de velas y del incienso, pudieron observar la
benéfica labor de las corrientes de aire para asegurar la libre circulación de
la energía vital.
También suele
hablarse de dos clases de Chi: el sano, que circula libremente; y el enfermo,
que se produce por una mala circulación de esta fuerza, que al estancarse se
transforma en Sha.
Entonces, cuando en
un ambiente se acumula la energía y por distintas razones no puede fluir libremente
la fuerza vital, ésta se enrarece y se distorsiona pasando a ser negativa y
dañina.
Algunas de las
frases que ejemplifican esta situación son las siguientes:
"El aire está
viciado";
"Siento que
este lugar se me viene encima";
"Es como si
acá adentro faltara el aire".
Una de las causas
de la mala distribución o de acumulación de Chi en un ambiente es que en éste
haya espacios escondidos (recovecos) o que sea muy "encerrado" (con
ventanas o con puerta pequeña), o que tenga forma de "L".
Un espejo -que
refleje la zona de mayor circulación de aire-, una planta o un recipiente con
agua en este sector pueden ser útiles para contrarrestar los efectos nocivos
que produce el Chi enfermo que se acumula.
Otras causas de
mala distribución de energía pueden ser:
-
Las habitaciones con exceso de
muebles o adornos.
-
Los ambientes con muchos
electrodomésticos (televisor, ventiladores, equipos de música, computadora,
etc.).
Anon El libro del Feng Shui
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