viernes, 14 de agosto de 2015

Feng Shui para el alma y la casa


L A CASA COMO INSTRUMENTO DE EXPLORACIÓN DE LA VIDA

Interesantes explicaciones de la vida y el Feng Shui me transportaron a mis raíces .. al cosmos


El Feng Shui es un arte: el arte de tejer energía. Cuando se acerque a los canales de la naturaleza, podrá tejer con fibras de diversas intensidades y direcciones haciendo realidad un antiguo comentario atribuido a Lao Tse uno de los unificadores del taoísmo, quien dijo que desde su casa viajaba a cada rincón del universo.


La energía Shen o conciencia es una consecuencia avanzada de
recuperar nuestra naturaleza energética. Antiguamente dichos canales energéticos eran explorados por los antiguos taoístas al modificar su configuración energética y expandir la conciencia casi siempre limitada al mundo de los pensamientos. Esas rutas Shen, quizá aproximadas a lo que hoy se llama en psicología transpersonal estados modificados de la conciencia, son, en palabras de Lao Tse, puertas de exploración hacia el infinito.
Las diversas disciplinas de trabajo energético corporal pueden ayudar a crear este nuevo tipo de conciencia, o también podemos iniciar esta búsqueda a través de la concepción energética de los espacios vitales. Se trata de una exploración, una aventura posible en un mundo cada vez más aburrido y ensimismado.


La energía ancestral será la raíz de todas las potencialidades del
nuevo ser y se estructurará en la profundidad del cuerpo energético en una
agrupación de filamentos energéticos llamados Vasos Curiosos 10 , que formarán los sistemas nervioso y óseo, las glándulas endocrinas y sexuales.
Esta energía no podrá incrementarse más allá de lo reunido en el momento de la concepción y si se desgasta, menoscabará la resistencia y el sujeto envejecerá prematuramente.
La energía adquirida , que deviene del intercambio del ser
humano con la vitalidad cósmica. La adquirimos de la
alimentación y la respiración, pero también surge de los
intercambios con las energías estelar, solar, lunar, terrestre y de
las relaciones interpersonales.
La energía protectora , que contiene la presión de las
influencias exteriores, da al organismo la posibilidad de
adaptarse sin brusquedades o menoscabo de la salud, por
ejemplo ante los cambios climáticos o los intercambios
emocionales intensos. 
La energía Shen , el espíritu o conciencia de ser, que se
estructura en torno al corazón, se debilita con emociones desgastantes como la ira, la envidia, los celos y los apegos, así como el abuso de tóxicos como el alcohol y el tabaco, entre
otros. Sin embargo, se incrementa con la quietud mental, el gozo de la naturaleza y las artes, el ejercicio y la ampliación de las limitaciones perceptivas.


























Por José Manuel Chica Casasola

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